COMO NACE LA ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA
La Asociación Latinoamericana Manos Abiertas en el Mundo, nace desde la necesidad de una gran unidad social, porque pudimos observar que el pueblo Latinoamericano estaba dividido. Cada país se había arropado con sus propias banderas, se había arropado en sus propias necesidades, y con sus propios sueños de legalidad y de restauración social y humana, todos buscaban un sueño, la legalidad.
Un grupo de soñadores, compuesto de extranjeros y del autóctono del país, fuimos conscientes de que todo lo que nos desunía a los latinoamericanos nos debía unir en esta nueva patria, y comprendimos que solo juntos y unidos podíamos hacer que esta nueva realidad nos fortaleciera ante la adversidad, ya que estamos obligados a comprender nuestra historia y seguir mandando en ella, aunque la ofuscación momentánea no nos dejara ver nuestras insuficiencias actuales y visualizar las perspectivas de aquel futuro que juntos podríamos construir.
La libertad de seguir soñando, la libertad de seguir en esa búsqueda angustiosa pero consciente de aquella legalidad, la de existir dentro de unos parámetros de legitimidad, donde la dignidad humana no fuera pasto de totalitarismo esclavistas, donde se acabaran las jornadas interminables de trabajo sumergidos en la precariedad de un sistema, donde se acabaran los salarios licenciosos e escabrosos de pura explotación y, ante todo que nuestras necesidades no siguieran siendo alimento para la voracidad de aquel saqueo del contratante de mano de obra extranjera irregular, incluido dentro de esta explotación los propios, los nuevos empresarios de las patrias latinoamericanas, y quisimos seguir soñando que la patria de acogida digiera e hiciera un basta ya de tanta exclusión.
Juntos debíamos trabajar por construir un nuevo momento histórico en España, donde todos como pueblos latinoamericanos preserváramos en la unificación en el gran continente europeo, en esta gran España. Comprendimos que nuestro destino no estaba en manos de nadie, estaba en nuestras manos `por designios de Dios. El mismo que debíamos labrarlo día a día, sin odios ni rencores, sin renunciamientos a nuestra indo sin gracia, juntos debíamos trabajar para cambiar nuestra historia, nuestras viejas y nuevas particularidades, nuestro presente y nuestro futuro, el mismo que deberíamos ejercer sin renunciar jamás a lo que realmente fuimos, somos y seremos, hermanos Latinoamericanos e inmigrantes en tierras extranjera. De este sueño reivindicador nació la Asociación Latinoamericana Manos Abiertas al Mundo “ALMAM”.
“Debo indicar que ALMAM, se crea con apoyo empresarial Español, siendo esta la primera vez en la historia que un Asociación Latinoamericana se forma con el apoyo de empresarios en el ámbito nacional, autonómico y europeo y con la presencia de ciudadanos españoles en calidad de Socios Ad-Honoren”.
COMO SE SIENTE CON LABOR REALIZADA?
“Me siento satisfecha, pero no completa en mis sueños, porque pienso que mi trabajo ha empezado recién, todavía no tengo todas mis tareas cumplidas, eso sí, siento una gran satisfacción a nivel humano, me siento feliz al ver feliz a al pueblo de dónde vengo, del que soy parte también, esta satisfacción la afloro cuando les he entregado una resolución que conlleva una tarjeta de residencia, una legalidad, sus lágrimas y sus bendiciones me llegan al alma, y es ahí cuando siento que sigo el punto y coma en mi vida. Sé y soy consciente qué lo que hago es solo un grano en un granero, una arena en un desierto, pero continuare en la lucha para restaurar la vida de todos los que vengan a nosotros, porque restaurando sus vidas restauro parte de la mía.
SU MENSAJE FINAL
Hablo desde la nostalgia, desde los recuerdos pero también desde el agradecimiento y la humildad, y solo puedo compartir con Ustedes una vez más un pensamiento; les quiero decir que los sueños no pueden ni deben perderse, nunca debemos confundir libertad con anarquía, necesidad con esclavitud, tolerancia con abuzo, no debemos permitir que nuestras necesidades sean emplazada como un caballo de Troya de los esclavistas, de los usureros y explotadores de nuestras propias patrias y las que nos acoge.
No debemos permitir que nuestras vidas y necesidades personales y colectivas se conviertan en simples mascaradas, debemos luchar porque se respete nuestro afianciamiento de libertad y libre albedrio, somos conscientes que para muchos no existió en aquella patria donde nacimos, somos y debemos ser consecuentes que venimos de un mundo convulsionado económicamente, donde la inflación no nos da tregua, donde la canasta familiar se encuentra encarecida y no nos permite sobrevivir dignamente, esas y otras muchas fueron las razones de haber emigrado, el haberlo dejarlo todo, el habernos impuesto el fisurar nuestro entorno familiar y de una manera u otra sofocar nuestras vidas y empezar un nuevo camino lejos de lo amado y lo querido. Estas deberían ser las razones suficientes para luchar y seguir luchando todos los días de nuestras vidas, a mantener nuestra dignidad y nuestra libertad.
Que la ilegalidad nos nos convierta en serviles del viejo mundo y que nuestra legalidad restaurada no nos convierta en los nuevos depredadores de los que hoy llegan en las mismas o peores circunstancias que las propias en el pasado a esta patria que para muchísimos es la patria de la esperanza, el jardín florido de las nuevas oportunidades.
Confiemos en lo que somos, en lo que representamos, creamos en lo que hacemos, que son los mejores testimonios vivos que podemos dejar a los nuestros hijos y familia.
Esforcémonos por cambiar nuestras realidades siempre en positivo, compartamos con los nuestros, con los conocidos y no tan conocidos nuestra solidaridad, nuestra experiencia acuñada en base a la constancia, porque siempre fuimos y seremos caminantes de vida y caminantes de sueños, esa es nuestra naturaleza y ahí radica nuestra grandeza. No nos cansemos de Intentar dar siempre lo mejor de nosotros mismo, y démosle el afecto y la acogida a aquel que llega en busca de los mismo sueños. Sigamos siendo esa América valerosa, luchadora, infatigable y juntos y hermanados forjemos un destino de grandeza.
Compartamos con esta patria lo mejor de nosotros mismos, porque es esta nueva patria la que nos ha permitido nuestra estabilidad, es aquí en libertad que hemos restaurado lentamente nuestro sueños, nuestras viejas particularidades, porque es esta patria la que nos ha permitido con nuestro esfuerzo a generar nuevas posibilidades para así seguir a guareciéndonos en el susurro quedo de vida y esperanza dejado por Dios en nuestras vidas; esperanza y vida que hoy en seguridad compartimos con nuestras familias.