Es nombrada en toda España, incluso en otros países europeos donde goza de un inmenso reconocimiento y respetabilidad. Y no es para menos pues ha legalizado a miles de inmigrantes a quienes les ha conseguido trabajo y tarjetas de residencia para que puedan vivir dignamente.
Pero el reconocimiento y gratitud no solamente proviene de los inmigrantes, sino de las autoridades del Gobierno Español, de los empresarios de Cataluña y de otras regiones como también de la sociedad civil a quienes se los ha ganado por su profesionalismo, rectitud de procedimientos, calidad humana y por su deseo de servicio a sus semejantes.
Su nombre Dulce Maria, asi, sencillo, como ella misma, es el nombre que recorre en toda España; es que no hay inmigrante latinoamericano y de otras nacionalidades que no sepan de Dulce Maria “la que arregla papeles y consigue puestos de trabajo, es buena gente”, expresan.
Sin embargo, esa fama y popularidad no la han envanecido y por el contrario sigue luchando y tocando las puertas de empresarios y del Gobierno con el único afán de que los inmigrantes encuentren un mejor bienestar en este país europeo.